Según WWF/Adena, en estos momentos no es posible identificar en el mercado qué atún rojo es legal o ilegal, pero advierte que si proviene del Mediterráneo debería ser muy sospechoso.
“Actualmente no es posible distinguir el atún de origen legal en el Mediterráneo”, comentó Miguel Jorge, Vicedirector del Programa Marino Global de WWF/Adena. Y añadió: “nos encontramos ante la pesquería peor gestionada y controlada del mundo, es un caso escandaloso. Ante esta realidad, la única alternativa posible para evitar el colapso es una moratoria inmediata”.
Los comercializadores japoneses se están beneficiando del caos y la falta de gestión que se ha apoderado de la pesquería, comprando producto a bajo precio por su dudoso origen y vendiéndolo a elevados precios en el mercado japonés. La Corporación Mitsubishi, por ejemplo, que controla cerca del 40% del comercio en Japón, ha sido exhaustivamente informada por WWF/Adena sobre la crisis y sus consecuencias, pero ha decidido continuar comercializando con atún rojo del Mediterráneo mientras esté disponible. “Si estas compañías continúan comercializando la especie, estarán mostrando complicidad en su desaparición”, apuntó Miguel Jorge, “Esto es también válido para las empresas dedicadas al engorde de atún, como Ricardo Fuentes e Hijos, la mayor dentro de esta industria a nivel mundial y que domina el sector en el Mediterráneo”.
Las últimas evidencias de la situación crítica de esta pesquería son:
-Las capturas oficiales de la UE exceden en casi 4.000 toneladas su cuota. Por su parte, ha informado de unas capturas que prácticamente duplican su asignación nacional (Francia, con la información obtenida a final de agosto, ha pescado oficialmente 10.165 t frente a una cuota de 5.593 t). Por otro lado, es imposible determinar cuántas capturas ilegales y no declaradas quedan a lo largo de Mediterráneo.
-Otros países ribereños, especialmente Italia y Turquía, están siendo acusados de implicación en una red fraudulenta de falsificación de documentos oficiales, lavado de capturas ilegales y reabanderamiento irregular de buques.
-WWF/Adena tiene también conocimiento de que varias de las flotas implicadas en operaciones fraudulentas están planificando vuelos ilegales para la detección de atún en la campaña de 2008, en una carrera desesperada por capturar el último atún en su refugios de reproducción en aguas de Libia.
“¿Cuántas evidencias más son necesarias para demostrar la falta absoluta de control en esta pesquería?”, señaló Miguel Jorge, “no está funcionando nada, la única opción es un cierre de la pesquería hasta que esta muestre signos de haber comenzado su recuperación y se haya elaborado un plan que garantice la sostenibilidad de su explotación”.
El ICCAT (Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico, organismo responsable de la gestión del atún rojo) se reunirá del 9 al 18 de noviembre en Antalya, Turquía. WWF/Adena pide el liderazgo a las Partes Contratantes para impulsar un cierre de, al menos, tres años.
Empresas comercializadoras informadas por WWF/Adena
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